Jerónimo Arroyo, la excepción a la regla de la arquitectura modernista

Jerónimo Arroyo, la excepción a la regla de la arquitectura modernista

Cuando se habla de modernismo es fácil que todo el mundo piense de forma automática en Gaudí. Si conoces el asunto más en profundidad quizás te suenen también nombres como los de Enrique Nieto y Nieto, Josep María Jujol o Pau Monguió. Sin embargo, no es necesario viajar hasta Barcelona teniendo a un referente modernista en casa.

Jerónimo Arroyo López nació el 14 de enero de 1871 en el seno de una familia acomodada de Palencia. Viajó a Madrid para formarse en la profesión de arquitecto y tras dos años decidió ir a la Escuela de Barcelona, donde se tituló en 1899.

Una vez completados sus estudios volvió a su Palencia natal, donde ejerció como arquitecto provincial hasta 1915. Influenciado los primeros años de carrera por sus estudios en Barcelona y más tarde por el mudéjar y el neogótico, se le atribuyen más de 340 obras.

Las más destacables en Palencia son el IES Jorge Manrique—que ahora ejerce como museo en su honor—, el colegio Villandrando, la sede del Consejo de Cuentas,  el palacio de la Diputación y la gárgola del fotógrafo de la catedral. Fuera de Palencia firma obras como la Casa del Príncipe y el Palacio de Correos de Valladolid.  En Saldaña, el Asilo de Santa Catalina (La Fábrica) construido en 1906.

Esta obra de dos plantas fue financiada por Doña Catalina Martín García, una mujer millonaria natural del pueblo. En un principio, el edificio iba a ser un hospital-asilo para niños pobres de la comarca. Aunque, su destino fue convertirse en una fábrica de harina.

Diseñada durante la última década de la carrera Arroyo, destacan los elementos neogóticos. La estructura mezcla grandes ventanas con arcos cuadrifolios y rosetones con la elegancia y la búsqueda de la belleza de la corriente modernista.

El modernismo destacó sobre todo en Cataluña, donde se desarrolló el movimiento artístico, por lo que las expresiones de este estilo en otras provincias se debían a la presencia de arquitectos catalanes fuera del territorio, lo que convierte a Jerónimo Arroyo en una excepción a la regla.

Además de arquitecto, también fue periodista y político. Este año se cumplen 75 años de su muerte. De la muerte de un exponente modernista palentino.